jueves, 19 de octubre de 2017

Relaciones personas: familia, amistad, pareja

     
     Como ocurre en otros ámbitos de la vida, los PAS presentan características especiales a la hora de relacionarse con los demás. Con carácter general, son personas sociales que disfrutan de la interacción con otras personas y se caracterizan por la búsqueda de profundidad e intimidad en las relaciones personales, sintiéndose a menudo fuera de lugar en un mundo donde priman las conversaciones intranscendentes y las relaciones casuales y superficiales. Un 70% de los PAS son introvertidos, mientras que el 30% restante son extrovertidos, y esta distinción da lugar a importantes diferencias en su manera de ser y relacionarse.
     Los PAS introvertidos son personas sociales, pero prefieren la interacción con una o dos personas y tienden a evitar los grupos grandes y las fiestas. Se recargan de energía en soledad y las relaciones interpersonales drenan su nivel de energía, por lo que tienden a pasar mucho tiempo a solas y a socializar con moderación. Puesto que la mayoría de la población está compuesta por personas extrovertidas, la introversión suele ser mal entendida y rechazada socialmente, confundiéndose con timidez, falta de habilidades sociales o carencia de interés por relacionarse, por lo que es frecuente que los PAS introvertidos perciban cierto rechazo y se sientan presionados para cambiar.
     Los PAS extrovertidos disfrutan de la estimulación que se deriva de la socialización y la buscan conscientemente, si bien al hacerlo se exponen a sobreactivarse ya que su sistema nervioso se satura con facilidad. Disfrutan tanto de las relaciones profundas de tú a tú como de los encuentros más informales en grupos y fiestas, si bien tienden, como los introvertidos, a aburrirse con conversaciones intranscendentes y superficiales y a buscar conexiones más profundas. Los extrovertidos se recargan de energía a través de la interacción social, si bien la misma resulta altamente activadora por lo que necesitan retirarse a descansar de la estimulación mucho antes que las personas menos sensibles. Además del peligro de la sobreestimulación, tienden a necesitar discutir sus problemas y preocupaciones con otras personas, exponiéndose con ello a la incomprensión y rechazo de las personas menos sensibles debido a su alta emotividad.
      Hay un pequeño porcentaje de PAS que son a su vez altos buscadores de sensaciones. Son personas de acción que se sienten atraídas por la novedad, el riesgo y en general todas aquellas actividades que resultan altamente estimulantes. Estas personas se saturan con mucha facilidad, por lo que precisan de especiales cuidados, en particular de mucho descanso, para prevenir el agotamiento y el estrés. La alta sensibilidad se confunde a menudo con timidez, pero lo cierto es que son categorías distintas. Ni todos los PAS son tímidos, ni todas las personas tímidas son PAS.
     Al verse profundamente afectados por el comportamiento de los demás, los PAS tienen tendencia a la hipersensibilidad y la susceptibilidad, especialmente en situaciones de sobreactivación y estrés. Tienden a ser hipersensibles a las críticas, al rechazo y al abandono, si bien todo ello se puede trabajar.
     La gran empatía de los PAS y su deseo de agradar provoca que tengan facilidad para contagiarse del estado emocional de otras personas, así como que tiendan a descuidar sus límites personales y a priorizar el bienestar de los demás por encima del suyo propio. Asimismo, tienden a responsabilizarse y culparse en exceso por el estado emocional de otras personas, pudiendo llegar a ser manipulados fácilmente por terceros. En ocasiones adoptan asimismo posturas victimistas, al sentirse diferentes y con frecuencia incomprendidos por los demás, si bien todas estas dificultades pueden superarse con el entrenamiento adecuado.

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