jueves, 19 de octubre de 2017

El trabajo y las relaciones personales en el trabajo


     La vocación. Las personas con alta sensibilidad viven un cambio real en sus vidas cuando eligen una vocación y encuentran un ambiente de trabajo confortable para ellas. Algunas razones por las que este cambio es especialmente difícil para las personas con alta sensibilidad son que las demás personas tienden a decirles lo que deberían hacer, o lo que es bueno que hagan; incluso puede ocurrir que las personas con alta sensibilidad intenten imitar a otros; o que directamente traten de tolerar situaciones que para una persona con alta sensibilidad son realmente intolerables. La consecuencia es que tienden a ser personas que tardan un poco más en encontrar lo mejor para ellas. Es por eso que, cada día más, son personas que tienden a cambiar de oficio o de carrera profesional con más frecuencia que las personas no altamente sensibles.
     No pasa nada por cambiar de trabajo o de dedicación profesional si la persona con alta sensibilidad se da cuenta de que se ha vuelto a equivocar. En definitiva, cada persona vive su propia vida y sólo ella misma puede ser quien decida cuándo un trabajo es adecuado o no para ella.
     La vocación es aquella dedicación que te llama la atención, que te atrae ejercer, es el trabajo “para el que has nacido”. Para las personas con alta sensibilidad, habitualmente su vocación tiene algo que ver con la asesoría y la ayuda a otras personas.
     Es una verdadera bendición ser capaz de ganarse la vida haciendo aquello para lo que te sientes especialmente capacitado, o estar bien pagado realizando un trabajo donde se une la necesidad más grande del mundo con lo que mejor sabes hacer. Pero, lamentablemente, muchas personas con alta sensibilidad tienen problemas para encontrar esta unión. Por ejemplo, muchos artistas y músicos se encuentran con que no se les paga dignamente a menos que hagan algo que a ellos les parece demasiado simple o demasiado comercial, o simplemente algo que va contra su naturaleza. A veces ocurre que, sabiendo con claridad cuál es la vocación de uno, la manera en que se realiza dicho trabajo es demasiado estresante (por ejemplo enfermeras o maestros se quejan de esto), o puede resultar difícil recibir la formación, por ejemplo porque la persona con alta sensibilidad se ha tenido que ocupar de otros y no ha dispuesto del tiempo para dicha formación. Éstas son circunstancias realmente importantes para sentirse frustrado y conllevarán más dificultades en la vida futura.
     El puesto de trabajo. En la actualidad, puede que tengamos que ganarnos la vida realizando un trabajo que no disfrutamos mucho, y dejamos de lado la búsqueda de un trabajo que represente nuestra verdadera vocación. Pero si el lugar de trabajo propiamente dicho es agradable, cualquier dedicación puede ser disfrutada. La investigación nos ha mostrado que estar a gusto con los compañeros de trabajo es una buena razón para sentirse satisfecho. Para las personas con alta sensibilidad, poder trabajar desde casa, al aire libre o en un lugar donde deseen vivir puede ser una razón suficiente para sentirse satisfechas con el trabajo.
     Lo que ocurre es que muchas personas con alta sensibilidad trabajan en lugares que les hacen infelices. El hecho es que las personas con alta sensibilidad son diferentes: tienen habilidades especiales para ayudar a la sociedad y también algunas necesidades peculiares, sólo que estas habilidades y necesidades no son fáciles de encontrar habitualmente. Evidentemente, las personas con alta sensibilidad no aparentan a simple vista ser diferentes a las demás. Por lo que la sociedad actual, ignorante de la importancia del temperamento de cada persona para su organización, acaba considerando a las PAS como raras, quejicas o arrogantes. Si una persona con alta sensibilidad intenta hacer un trabajo de manera diferente sin dar explicaciones, los demás le dirán que lo está haciendo mal. Por tanto, no podemos considerar éste un problema solamente personal. Es un problema social y a menudo las personas con alta sensibilidad no son comprendidas o apreciadas.
     En la práctica, el rasgo plantea, por tanto, un problema relativo a la diversidad humana en el ajuste al puesto de trabajo. Biológicamente, las personas con alta sensibilidad son diferentes: presentan mayor consciencia, visión, creatividad, cooperación, atención a los errores, perfeccionismo y sensibilidad hacia los problemas y las necesidades de las organizaciones… Todas ellas son características que benefician a las empresas. Pero también hay razones por las que una persona con alta sensibilidad puede ser discriminada: facilidad para saturarse, necesidad de más descansos y facilidad para enfermar si se ignora el rasgo.

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